Ya estoy de vuelta de mi viaje por las islas italianas y de vuelta a la rutina diaria.
El viaje a Cerdeña ha sido estupendo. Relax, tranquilidad, sol, sin excesivo calor... Todo esto hace que traiga un aspecto saludable con cara relajada y sobre todo moreno.
La ida fue un desastre. El avión salió con casi 7 horas de retraso, con un frió horrible en Berlín, lloviendo y para más INRI, habiendo dormido 3 horas ese día y 4 el anterior. Así que llegue con un humor de perros.
Pero al llegar todo se pasó.
Una casa estupenda, con un jardín precioso y grande, muy mediterraneo, con olivos, chumberas, flores... Todo verde, una maravilla. La casa grande, con barbacoa y un caminito que bajaba directamente a una playita.
Las playas eran de arena blanca, con aguas transparentes que al fondo se veían de color esmeralda.
Los acompañantes geniales, la única pega mi gran problema. EL IDIOMA, aun así lograba entenderme, hasta con la pequeña Lilly de 5 años, que la pobre me hablaba en un alemán muy correcto pero claro ya es conocido por todos mis conocimientos en alemán.
Eso si he avanzado muchísimo, ya sé decir los colores, los números(eso sí solo hasta el 6), saludar y algunas palabras más. Aunque mi dicción no sea la más adecuada, no debemos olvidar nuestra procedencia andaluza.
Una par de visitas a pueblos no lejanos pero que parecían que estaban en el culo del mundo puesto que allí las carreteras son horribles, una curva tras otra. Me recuerda algo a nuestra adorada alpujarra. Y otra cosa que me llamo la atención es en carreteras mejores casi todo estaba en línea continua, pero lo peor no es eso si no que la gente en las rectas adelanta a pesar de la prohibición incluidos los carabinieri (menudo ejemplo de policía)
La verdad es que Santa Teresa de Gallura es muy bonito y se puede ver enfrente Córcega.
Digna de resaltar debió ser mi cara cuando la primera noche fuimos a jugar a unas cartas y cuando vi que estaban en alemán, casi me muero. André me lo explicó en ingles y no solo conseguí entenderlo (a parte mi niño me tuvo que hacer una chuleta para poder entender algunas cartas imprescindibles) sino que además gané.
Y no me vale el famoso refrán de `todos los tontos tienen suerte´ mejor aplicar este que me gusta más `el que vale, vale´
Solamente una cosa que objetar, había mosquitos que eran como un boeing 747 y además agresivos que no picaban daban bocaos.
Al principio me obviaron y prefirieron carnes más blancas como las teutonas que seguramente pensarían que eran más tiernas, pero el ultimo día vine acribillado por los putos mosquitos.
En definitiva, un lugar recomendable si bien es cierto que nuestras playas del litoral nada tienen que envidiar.
UN BESO, JUAN
P.D. Víctor no conteste a tu comentario sobre si estaba abierta la haima y el bar de Jo porque lo vi a la vuelta del viaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario