Tarde de excelente teatro con Animalario con una obra hecha en un ring de boxeo que recrea la vida del boxeador Urtain y que retrata la vida de la época franquista y la posterior transición, partiendo del suicidio del boxeador 4 días antes de la inauguración de los JJOO de Barcelona, la obra se desarrolla en 12 asaltos como si de un combate de boxeo se tratara.
Urtain fue un mediocre boxeador perseguido siempre por el amaño de sus combates que llegó a ser Campeón de Europa y que igual que se le elevó a los altares de la fama cayó con estrépito al vacío del olvido y los continuos fracasos posteriores en su vida personal y laboral. Todo un héroe de los 70 que incluso llegó a fotografiarse con Franco.
Un hombre humilde, bonachón, simple, noble en una España deprimida y reprimida, que cualquier éxito te convertía en héroe, y ese éxito acompañado de la caída empicada le llevó al suicidio. Un hombre que debido a sus limitaciones culturales fue engañado como otros tantos.
En la obra se puede ver a Adolfo Suárez, Pedro Carrasco, las coplas de Raphael, Rocío Jurado... personajes que marcaron aquella época.
También se tratan los supuestos tongos de los combates, la vida de excesos con el alcohol, sexo... y el ocaso acompañada del fracaso.
La iluminación es excelente y a pesar de la simpleza del escenario, la puesta en escena es maravillosa, acompañados de efectos sonoros que te hacen estar en tensión toda la obra.
El ritmo de la obra es trepidante, con números musicales esperpénticos, muy de Animalario, y que reflejan muy bien los años 70-80.
Y los 8 actores que la interpretan están excepcionales pero aun más si cabe Roberto Álamo, que da vida al boxeador. Parece que estuviera el propio Urtain sobre el ring.
En definitiva, Animalario sigue creciendo con obras tan intensas y maravillosas como esta.
Una obra diez para públicos jóvenes e innovadores totalmente recomendable.
UN BESO, JUAN
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